sábado, 28 de julio de 2007

Mi homenaje al ahogado...


¿Salvarse?
En ningún momento
Nadó hacia la orilla.

Su instinto lo arrastró
A aguas profundas.

Allí conoció la miel amelocotonada.

La probó.
Tragó…

Convirtiéndose
No en el ahogado más hermoso del mundo,
Sino en el ahogado más hermoso entre mis muslos.

domingo, 15 de julio de 2007




Déjate aniquilar
por la aguda, amarilla luz de los girasoles.
Deja que el sol de junio te hiera y te maltrate
con agujas de oro.
Descansa del amor en un dolor más alto,
muérete del deseo que gime en las raíces
y sustenta a las plantas.
Al fin no es ningún merito la angustia; ni el anhelo
de un cuerpo es desventura mayor que esa otra sed.
Pon a salvo tu nombre.
Déjate aniquilar entre los girasoles;
nadie diga que has muerto de amor, sino de fiebre.



...



Si, al final,
ha de comer la tierra tus delicados huesos,
y ha de dormir tu boca como una orquídea tierna
debajo de raíces y lianas, qué importa
que estés tan descubierto y accesible,
que encauces tu saliva en otros surcos,
que te des a pedazos cada noche
como Profana, y Cruel, y Santa Forma.

Si, al final,
has de ser a despecho de tu carne radiante
y de todo el deseo con que te he coronado
espléndido despojo que posea la muerte...




Josefa Parra Ramos

sábado, 7 de julio de 2007

Huequito


jueves, 5 de julio de 2007

Como gata boca arriba


Te quiero como gata boca arriba,
panza arriba te quiero,
maullando a través de tu mirada,
de este amor-jaula
violento,
lleno de zarpazos
como una noche de luna
y dos gatos enamorados
discutiendo su amor en los tejados,
amándose a gritos y llantos,
a maldiciones, lágrimas y sonrisas
(de esas que hacen temblar el cuerpo de alegría)

Te quiero como gata panza arriba
me defiendo de huir,
de dejar esta pelea
de callejones y noches sin hablarnos,
este amor que me marea,
que me llena de polen,
de fertilidad
y me anda en el día por la espalda
haciéndome cosquillas.

No me voy, no quiero irme, dejarte,
te busco agazapada
ronroneando,
te busco saliendo detrás del sofá,
brincando sobre tu cama,
pasándote la cola por los ojos,
te busco desperezándome en la alfombra,
poniéndome los anteojos para leer
libros de educación del hogar
y no andar chiflada y saber manejar la casa,
poner la comida,
asear los cuartos,
amarte sin polvo y sin desorden,
amarte organizadamente,
poniéndole orden a este alboroto
de revolución y trabajo y amor
a tiempo y destiempo,
de noche, de madrugada,
en el baño,
riéndonos como gatos mansos,
lamiéndonos la cara como gatos viejos y cansados
a los pies del sofá de leer el periódico.

Te quiero como gata agradecida,
gorda de estar mimada,
te quiero como gata flaca
perseguida y llorona,
te quiero como gata,
mi amor,
como gata, Raquel,
como mujer, te quiero.

Gioconda Belli

domingo, 1 de julio de 2007

Dos,Dieciséis


Esta noche ha despertado el vacío
¿O será que siempre estuvo allí?
Y el empeño era ignorarlo.

Hoy despertó y gritó:

¡Lléname!

¿Con qué?

Con palabras…