El instinto,
el deseo
me traiciona…
me arrastra hasta este lugar.
Hasta este huequito
A donde mi recóndito cuerpo
y alma
transmigraron
en espíritu de palabra.
Palabras reencarnadas
en manos.
Manos que han acariciado
libros infinitos,
que han escrito versos
en el centro venidero
de la sima de Raquel.
Palabras reencarnadas
en una extraña amelocotonada lengua
que se tradujo en amor
y versó…
sobre…
dentro mi ser.
Raquel
9 comentarios:
Tu verso como tu manantial, es tu liberación que te permite otro día... Paz
Inteso, me encanta...
Raquel: Espero que algún día me regales tu imagen. Mi cámara te espera.
Paz
Gaia: No pense que llegarias tan rapido... gracias. siempre hago el intento de escribir, pero a veces me da mucho miedo porque pueden surgir y surgen versos como estos.
Anonimo conocido: comprometes a Raquel... gracias por siempre apreciar mis pocas letras...
Lindo, sencillamente y cálidamente lindo...
Tarde. Mucho tiempo sin leerte. Y siempre igual. Hay malas (pésimas) costumbres que nunca cambian. Heme aquí: desnuda una vez más ante tus palabras y quedo ciega.
Besos de esta descalza.
Alejandra
Despues de adquirir las malascostumbres es dificil safarse de ellas... Un tanto me preocupo el "pesima".
Me alegra leerte nuevamente aqui Alejandra.
En tus escritos tocas un tema diferente al que acostumbro a tocar: el amor sano. Es algo que se valora, en especial cuando tienes problemas para crear desde ese ángulo, como yo.
Te comenté que todos estamos en constante crecimiento, sigue dando los pasos.
:)
Wow, qué poema...
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